Dominique Wavre atravesó ayer el ecuador y se encuentra en este momento en la primavera, rumbo al verano austral, sinónimo de días más largos. “Es verdad que está muy bien y sobre todo algo indispensable ya que sería impensable navegar en esta zona del mundo durante nuestro verano europeo”.
Dominique se tomó un café doble para celebrar su paso del ecuador, pero aún no ha descorchado el champán: “Fue un pasaje muy importante hace tres o cuatro siglos, ya que entonces era muy difícil de franquear, pero hoy vamos tan rápido que ya no es el caso”.
Los regatistas navegan desde ahora en dirección sur, en paralelo a Brasil, a 90 grados de la ruta directa, lo que explica que su velocidad de aproximación sea baja (más bien nula durante algunos momentos del día de ayer) según reflejan los resultados oficiales de la Vendée Globe (http://www.vendeeglobe.org/es/clasificaciones.html) El próximo objetivo teórico a nivel cartográfico es la puerta del Atlántico Sur, al suroeste de Ciudad del Cabo, pero la ruta directa no es la más rápida.
“Debemos rodear el anticiclón de Santa Helena y vamos en busca de los vientos del oeste potentes que soplan en el sur. En el momento en que los atrapemos, podremos poner rumbo al este y apuntar hacia el sur de Sudáfrica”.
Los especialistas de meteorología precisan que en ese momento el anticiclón de Santa Helena estará situado muy alto (sobre el paralelo 35° S) lo que convertirá el descenso hacia los Cuarenta Rugientes en una larga travesía. Además, hoy por hoy se encuentra poco activo y genera vientos alisios del Sureste muy moderados (sobre unos quince nudos)
Cabe esperar por tanto una situación muy inestable al menos hasta el fin de semana próximo, lo que explica que los navegantes solitarios prefieran seguirse los unos a los otros más que intentar otras opciones más arriesgadas.