La transición meteorológica entre los mares del sur, el frío y la humedad han sido brutales y el Mirabaud navega ahora por fin en condiciones de temperaturas agradables. “El cambio se agradece. Anoche por fin pude ponerme una camiseta por primera vez después de un mes.
La vestimenta que llevé en el gran sur se encuentra aún amontonada en un rincón dentro del barco y aún no he tenido ocasión de secarla correctamente ya que el aire sigue siendo muy húmedo, pero espero poder secarlos en breve.
Tengo ganas de darme una buena ducha en cubierta, pero aún es un poco pronto. Espero que la temperatura suba unos cuantos grados. A pesar de esto, he estado relativamente limpio incluso en los mares del sur, gracias a las toallitas húmedas. Incluso me he afeitado con bastante regularidad así que he estado presentable a lo largo de toda la regata.
Cuando uno lleva puesto el traje de aguas y las botas durante mucho tiempo, se arriesga a sufrir afecciones en la piel y salen granitos, pero yo de momento me he ido librando de todo esto”.