El tripulante suizo Dominique Wavre ha cruzado esta tarde la línea de llegada de la Vendée Globe tras 90 días, 3 horas, 14 minutos y 42 segundos en alta mar, en séptimo lugar de los veinte competidores que se dieron cita en la línea de salida hace tres meses. Dominique ha sido recibido por un público numeroso y entusiasta y por una importante delegación de seguidores e invitados de Mirabaud que le han acogido con una gran ovación.
Wavre concluye así su tercera Vendée Globe y su octava vuelta al mundo en regata, lo que supone todo un récord.
“Estoy encantado y me siento muy aliviado por haber terminado”, declaró el patrón del velero Mirabaud a su llegada. “Esta Vendée Globe ha sido extraordinaria y he tenido la suerte de contar con un velero perfectamente preparado por mi equipo, sobre todo por Michèle (Paret). No se ha roto nada y todos los sistemas funcionan perfectamente. Todo mi equipo se merece este resultado”.
Dominique Wavre salió el 10 de noviembre de 2012 desde Les Sables d’Olonne (Francia) y desde entonces ha llevado a cabo un recorrido espléndido, navegando en contacto con la cabeza de regata durante el primer tercio del recorrido y doblando el cabo de Buena Esperanza entre el grupo líder, antes de ceder terreno lógicamente a las embarcaciones más nuevas.
Dominique consiguió evitar averías e incidentes graves gracias a su experiencia y a la calidad de su preparación y avanzó en su ruta muy próximo a sus adversarios directos: Jean Le Cam y Mike Golding en un primer momento y más tarde de Javier “Bubi” Sansó, Arnaud Boissières y Bernard Stamm, a quien adelantaba en el cabo de Hornos. A continuación hizo frente a los asaltos de Boissières y Sansó, con veleros más nuevos que el suyo, durante una remontada del Atlántico particularmente difícil, antes de cruzar la línea de llegada el 8 de febrero.
“Nos sentimos extremadamente satisfechos de dar la bienvenida a Dominique en Les Sables d’Olonne. Hoy es el final de tres meses cargados de enorme responsabilidad y verlo llegar sano y salvo supone un gran alivio. Ha sido además un placer enorme poder vivir este momento excepcional a su lado”, declaró Antonio Palma, Consejero Delegado y Socio de Mirabaud, que fue testigo de la llegada de Dominique desde el mar.
Tras saludar a los suyos, Dominique ha saboreado una primera comida terrenal: un entrecot poco hecho acompañado de patatas fritas y de una ensalada verde y tarta de fresas. Todo acompañado de un buen vaso de vino tinto.