El velero Mirabaud se encuentra en el astillero francés de La Rochelle tras su regreso después de la regata Transat Jacques Vabre. Desde entonces se han llevado a cabo numerosas mejoras con la vista puesta en la Vendée Globe, cuya salida tendrá lugar el próximo 10 de noviembre en Les Sables d´Olonne. Dominique se ha concentrado en la adaptación de su barco a la navegación en solitario, la protección del tripulante y la mejora del aspecto ergonómico, elementos todos ellos que deberán facilitar sensiblemente la mejora del rendimiento del Mirabaud.
“El cambio más espectacular es la colocación de un techo sobre el puente de mando destinado a protegerme y que me permite modificar los reglajes sin deber ponerme un traje de aguas completo cada vez. De esta manera podré salir a cubierta de forma regular sin quedar demasiado expuesto a los elementos. Por esta razón hemos desarrollado un módulo bastante complejo, construido con materiales compuestos y que no pesa ni treinta kilos. Se trata de una bella pieza, muy sofisticada y que resultará muy útil”, explica Dominique Wavre.
Asimismo hemos cambiado la doble rueda del timón por una caña, lo que me facilitará poder maniobrar el barco y regular las velas al mismo tiempo. Esta nueva disposición permitirá igualmente cambiar las velas a la parte trasera del barco en función de la velocidad.
Finalmente hemos instalado un asiento ajustable que me permitirá descansar al tiempo que permanecer cerca de los instrumentos de maniobra. Además hemos modificado y mejorado una gran cantidad de pequeños detalles, sobre todo en las maniobras, con el fin de facilitarlas ya que cuando se navega en solitario todo se convierte en altamente complejo.
En este momento trabajamos en los toques finales: el aparejo será colocado en su lugar en los próximos días y espero poder navegar desde el principio del mes de mayo”, concluye Dominique.