A nueve meses de la salida de la Vendée Globe, el patrón del velero Mirabaud se encuentra enfrascado en la preparación de la competición deportiva más exigente: la vuelta al mundo a vela en solitario, sin escalas y sin asistencia. Le hemos preguntado lo que esto significa para él.
Dominique Wavre: “Es cierto que es un año muy peculiar para mí y que toda mi energía se vuelca ya en la Vendée Globe. El velero se encuentra en los astilleros y la coordinación de los trabajos ocupa la mayor parte de mi tiempo y además me obligo a llevar a cabo una preparación física continuada”.
¿Por qué realiza este trabajo ahora?
Dominique Wavre: “Toda la preparación de cara a la Vendée Globe se planifica de forma precisa, mediante un retro plan que incluye periodos de entrenamiento, pruebas, trabajos estructurales, controles técnicos, etc. La planificación es la clave del éxito en una prueba como ésta y a veces decimos que se gana incluso antes de tomar la salida. Para mí, y para todos en mi equipo, la carrera ha empezado ya”.
¿Cuál es el objetivo de este trabajo?
Dominique Wavre: “Se trata principalmente de mejorar la parte ergonómica del barco y de adaptar la cubierta a la navegación en solitario ya que las dos competiciones anteriores se disputaron a dos. Por ejemplo, vamos a colocar una protección en la bañera para protegerme mejor de los elementos. Llevaremos a cabo otras modificaciones, pero prefiero no hablar de ellas de momento…”
¿Es posible seguir mejorando los rendimientos del velero?
Dominique Wavre: “Desde el punto de vista estructural, el Mirabaud se encuentra actualmente en la cima de su potencia por lo que trabajamos sobre todo en las velas. Durante la Vendée Globe tenemos derecho a llevar a bordo diez velas así que se trata de elegir las buenas”.
¿Cuáles son los siguientes plazos?
Dominique Wavre: “Deseamos poner el barco en el agua lo más rápidamente posible, con el fin de que pueda entrenarme. Cuento sobre todo con los meses de abril y mayo para entrenarme con viento fuerte ya que más adelante, en verano, no contaremos con las mismas condiciones. Más adelante llevaremos a cabo pruebas estructurales y habrá que revisar cada pieza y planificar el avituallamiento”.
“¿Ya te has hecho una idea sobre la competencia?
Dominique Wavre: “Sí, evidentemente. Lo que es cierto es que se presenta tenaz. Habrá veinte barcos en la línea de salida y los mejores tripulantes que hay hoy por hoy estarán ahí, a bordo de veleros de alto rendimiento. Constatamos que la situación económica ha provocado la desaparición de equipos pequeños, pero no de los grandes. Va a ser una gran competición”.