El pequeño puerto de Wellington, la bucólica capital de Nueva Zelanda, es esta semana testigo de una intensa actividad que se acentuará en los próximos días con las escalas exprés de varios competidores de esta Barcelona World Race. El reglamento de la regata permite hacer escala en Wellington, o incluso más adelante, pero la ciudad neozelandesa es el lugar más práctico, ya que está situada en plena ruta de los barcos. Eso sí, cada parada debe durar, como mínimo, 48 horas. Durante esta escala, los equipos pueden recurrir a la ayuda de su equipo técnico, dormir en un hotel, comerse un buen filete y beber vino, si así lo desean, pero no pueden embarcar nuevas velas.
Los líderes de esta vuelta al mundo a dos, Jean-Pierre Dick y Loïck Peyron, eran los primeros en arribar a Nueva Zelanda. Groupe Bel será el siguiente equipo en parar, y muy probablemente no serán los únicos. Durante la llamada por radio del miércoles, Dominique Wavre no descartaba hacer una escala, pero precisó que de momento “no existía ninguna razón para considerar hacer un alto en la ruta”.