Dominique Wavre y Michèle Paret tomarán mañana la salida de la Barcelona World Race, la vuelta al mundo a dos sin escalas, a bordo del velero Mirabaud.
Tras conseguir un tercer puesto en la anterior edición de la prueba, el dúo Wavre/Paret es uno de los más experimentados de la Barcelona World Race. Se trata de la octava circunnavegación para Dominique y la tercera para Michèle y ambos reconocen que están preparados para la que será su segunda vuelta al mundo juntos.
“Esta regata está hecha para nosotros dos”, declaró Dominique sin dudarlo. “Nos gusta navegar a dos y además apreciamos el hecho de poder competir en una vuelta al mundo en veleros punteros como son éstos. Nuestro patrocinador principal, Mirabaud, acaba de establecerse en España. La combinación de estos tres elementos es lo que convierte esta prueba en una regata ideal para nosotros”.
Dominique y Michèle tienen la peculiaridad de formar un equipo mixto -el único de la regata- unido tanto en tierra como en mar. “Nuestra complementariedad es desde luego una ventaja”, comentó Michèle Paret, a lo que Dominique añadió: “Nos entendemos a la perfección sin necesidad de hablarnos. Esto nos permite adaptarnos el uno al otro en función del ambiente a bordo y de nuestro estado de fatiga, de una forma instintiva y espontánea. El resto de tripulaciones funcionan generalmente de una manera más mecánica”.
Los últimos días de diciembre se han consagrado al avituallamiento del Mirabaud. Con el fin de economizar el peso a bordo y por tanto maximizar teóricamente su rendimiento, Dominique y Michèle han estibado comida para doce semanas, con un peso total de 1,2 kg por día. La cantidad de calorías se dosifica hábilmente y aumenta a medida que el barco baja al Atlántico Sur para llegar a las 8.000 calorías diarias en la zona conocida como los ’40 rugientes’, antes de disminuir de nuevo en la subida hacia el Norte por el Atlántico, pasando por el Ecuador y de regreso al Mediterráneo. Ambos patrones llevan con ellos productos frescos para los primeros días de la regata: fruta, jamón, algunas verduras y chocolate.
La Barcelona World Race se disputa a bordo de barcos de la clase IMOCA, monocascos de 60 pies que se parecen entre sí pero que en realidad, son muy distintos. “Algunos barcos están diseñados para condiciones de viento ligero, otros para viento más fuerte”, explicó Wavre. “El Mirabaud es polivalente, adaptado a todas las condiciones y conocido por ser rápido, peo no conocemos exactamente los rendimientos de nuestros adversarios. Creo que guardamos una carta bajo la manga pero seguro que nuestra competencia no descansa”.
Entre los competidores, se encuentran algunos de los grandes nombres de la navegación océanica mundial como Michel Desjoyeaux, Loïck Peyron, Jean Le Cam y Jean-Pierre Dick, entre otros. La lucha será feroz durante las más de 24.000 millas que recorrerán a lo largo de tres meses.
Para Antonio Palma, Asociado y Consejero Delegado de Mirabaud, “el 31 de diciembre es el comienzo de una aventura formidable así como la concretización de un largo trabajo que arrancó en la primavera, cuando anunciamos el apoyo de la banca Mirabaud a Dominique Wavre y Michèle Paret. Estamos encantados de seguir de cerca esta regata y deseamos buenos vientos a Dominique y Michèle”.
Está previsto que la salida de la Barcelona World Race se lleve a cabo bajo condiciones de viento moderado con una fuerza máxima de 15 nudos. Tras un breve recorrido costero que el público congregado en la costa barcelonesa podrá seguir de cerca, la flota pondrá rumbo al estrecho de Gibraltar, el primer paso complicado de la prueba. A continuación se dirigirán hacia el cabo de Buena Esperanza, para dar la vuelta al mundo antes de regresar a Barcelona en unos tres meses.