Dominique Wavre sigue séptimo en la clasificación intermedia de la Vendée Globe y su llegada al Ecuador está prevista para mañana cuando se encontrará en plena fase de la zona de convergencia intertropical, o calmas ecuatoriales, una de las últimas dificultades de la regata.
Tripulante oceánico, el patrón del Mirabaud hace las veces de reportero especial ya que tiene la obligación, como todos los competidores de la Vendée Globe, de compartir su aventura con el público participando en las conexiones de radio con la organización y en la producción de fotografía y vídeo que debe enviar de forma regular a la sede de la regata.
“Efectivamente tenemos la obligación de hacer todo esto, pero no me lo tomo como un impedimento. Para mí, esta labor forma parte completamente de mi trabajo como tripulante. Tenemos el privilegio de poder participar en esta prueba y es todo un placer compartir con el público lo que vemos y lo que vivimos”, precisa Dominique.
Las condiciones de regata no siempre han permitido llevar a cabo esta labor. En las condiciones de regata más exigentes, durante tormentas o cuando la prioridad era una maniobra urgente, Dominique no ha podido llevar a cabo la conexión y en ocasiones no ha podido enviar imágenes. “El reglamento existe, eso está claro, pero también la realidad de la competición, que prima por encima de las imágenes o el teléfono. Pienso que todo el mundo entiende esto y cuando no he podido conectarme por teléfono o enviar fotos, siempre he sido capaz de organizarme para compensar esta falta de material en los días posteriores. Me encanta filmar y tomar fotos además de relatar mi día a día y lo hago de forma natural. Espero que la gente aprecie este gesto, aunque imagino que pensarán que nuestras historias son desconcertantes…”.