Dominique Wavre y Michèle Paret, co-patrones del monocasco IMOCA Mirabaud, han cruzado esta mañana a las 3 horas 39 minutos y 26 segundos la línea de llegada de la Transat Jacques Vabre en Puerto Limón, Costa Rica, y se clasifican en octavo lugar de su categoría, que reunía a trece embarcaciones en la línea de salida el pasado 2 de noviembre en Le Havre.
Tras 17 días en alta mar, ambos tripulantes han llegado a Costa Rica con el rostro y los ojos marcados por el cansancio y la falta de sueño, al tiempo que contentos de poner los pies en tierra firme. “Nos sentimos muy satisfechos por haber llegado a Costa Rica al final de esta difícil travesía y de responder a los numerosos interrogantes que teníamos antes de la salida”, declaró a su llegada Dominique Wavre.
Esta travesía atlántica ha permitido a los co-patrones del Mirabaud de completar la puesta a punto de su nuevo mástil para la Vendée Globe del año que viene, que se disputará a partir del mes de noviembre de 2012 y de validar lo acertado de sus decisiones. “El velero se ha comportado muy bien. Hemos navegado de forma relativamente conservadora al comienzo de la regata, con el fin de asegurar la fiabilidad de nuestro aparejo y poco a poco hemos acelerado el ritmo y hemos obtenido buenos rendimientos frente a nuestros adversarios”.
La Transat Jacques Vabre se ha disputado bajo condiciones difíciles, que provocaron el abandono de cuatro representantes de la clase IMOCA, cuatro multicascos de 50 pies y siete Clase 40 tras sufrir graves averías. Jean-Pierre Dick y Jérémie Beyou son los vencedores de la prueba a bordo de Virbac Paprec 3.
“Es cierto que las condiciones han sido particularmente complicadas durante los diez primeros días de la regata que nos obligaron a un esfuerzo físico muy importante”, declaró Michèle Paret. “Ha sido casi imposible dormir y nuestros organismos se han resentido, pero hemos sabido manejar la situación con cierta calma y con la excepción de ciertas situaciones relativamente complicadas, hemos controlado la situación en todo momento”.
Octavos en la clasificación final, Dominique Wavre y Michèle Paret, han hecho gala de su buen humor constante y su evidente alegría por navegar juntos y estar en el mar. La mayoría de los participantes han vivido la llegada como una liberación, mientras que los co-patrones del Mirabaud la han vivido como una aventura formidable.
Dominique Wavre tomará parte el próximo mes de noviembre en la próxima Vendée Globe, la vuelta al mundo en solitario y sin escalas, bajo los colores de Mirabaud.