El role de viento anunciado se produjo anoche y Dominique y Michèle aprovecharon para virar y poner rumbo hacia el suroeste.
“El viento ha rolado en 20 grados y la temperatura ha caído así que era el momento. Ahora el viento es muy irregular y hace frío. Hay que maniobrar sin parar, pero esto es una buena cosa ya que entramos en calor”, relata Dominique a través del teléfono satélite.
El Mirabaud navega ahora con mar gruesa y sus co-patrones esperan la llegada de una nueva depresión. “En estos momentos, Michèle está durmiendo. Aprovechamos para descansar ya que la próxima depresión será violenta. De momento todo va bien. El nuevo mástil es perfecto y nos encontramos bien en este ritmo, pero ha sido un comienzo de regata muy físico, un verdadero combate”.